Aventura Fanhunter (2a. ed): ¡Atrápame a esos frikis! (La Leyenda del Fan Fatal)

Yeepe Ye
9 mar 2020
9 Min. de lectura

Introducción

Para conmemorar el octavo aniversario del comienzo de la represión papal, la Resistencia va a organizar las XXII Jornadas Lúdico-Clandestinas de Cómics con Pantumaca. Los NJs serán designados como parte del servicio de seguridad, en particular como protectores del organizador del evento, Santo, un tabernero retirado metido a rebelde y conocedor de una receta milenaria de pan con tomate.

1. ¿Cómics con Pantumaca?

Como cada 17 de Abril desde que Alejo se hizo con el poder, Simón Cassals, alias "Santo" - dicen que su pantumaca podría revivir a los muertos - un veterano miembro de la Resistencia, organiza las Jornadas Lúdico-Clandestinas de Subcultura con Pantumaca, que van ya por su decimosegunda edición. Antes del alzamiento del papado, Santo era dueño de una tasca tradicional en la misma calle que una de las tiendas más importantes de cómics de Barnacity, cuyos habituales le llenaban el local y hacían gasto, que era lo importante. Cuando Alejo montó su tinglado y convirtió la tienda de cómics en una bonita pira humeante, el negocio de Simón se hundió. Infundido del espíritu revanchista y justiciero - como Braveheart, como V de Vendetta, como Cálico Electrónico - decidió unirse a la Resistencia, convirtiéndose en un icono para los fans más jóvenes. Y en el cocinero oficial.

Los Njs han sido encargados por la Resistencia, junto con otros muchachos, de la seguridad del evento, en particular de la del propio Santo, quien está en unas de las listas negras del papado - si, hay más de una - y por ello es protegido cada vez que sale del cuartel general de la Resistencia en la Masía del Tío Joe Quaid, en Vilafranca del Penedés. Lo acompaña además su última conquista - y pinche de cocina - Maria Jata, más conocida como "la Mari" a secas.

Santo no va a ser el único prófugo del papado que va a estar presente en las Jornadas. Se prevé que algunos otros cabecillas de la Resistencia y coleccionistas empedernidos se den cita en el lugar para degustar la comida y adquirir nuevos ejemplares de arte prohibido para sus bibliotecas. Todo el mundo espera con entusiasmo el momento de la subasta, cuando saldrán a la venta verdaderas obras de colección, pero ninguna de ellas causará tanta expectación como la gran joya de la noche: una colección completa de los cinco números que se publicaron de "Yaya Negra", un rarísimo "what if..." en el que el simbionte, tras ser rechazado por Peter Parker, se fusiona con la Tía May.

El evento tendrá lugar en un depósito de agua abandonado en la zona inundada del Suburbio (total, quien quiere más agua allí), donde llamarán menos la atención de los Fanhunter.

Con lo que nadie cuenta es que la Mari es, en realidad, un agente travestido del papado que utiliza el alias "Fan Fatal". Las Jornadas son el momento ideal para pillar en bolas a un buen puñado de rebeldes y marcarse un tanto con Su Santidad en el aniversario del comienzo de la Era de Dick.

2. Sarao must go on

El depósito de agua se encuentra bajo un edificio inundado. Paradójicamente su estructura impermeable lo ha mantenido estanco y seco, ya que las compuertas que lo comunican con las alcantarillas se han mantenido cerradas en todo momento (ya cambiará eso, ya).

Los NJs saldrán con Santo de la masía en un vehículo terrestre blindado que la Resistencia ha camuflado astutamente como puesto ambulante de helados. El conductor es Pancho, un experto conductor conocedor de todos los atajos para evitar los controles de carretera de los Fanhunter. Está bastante cabreado porque las Jornadas caen en viernes y no hace más que repetir que está deseando acabar para marcharse al pueblo, que le está esperando su hijo para terminar de montar la Estrella de la Muerte de Lego. Obvia decir, tras esta presentación, que Pancho va a morir, pero no adelantemos acontecimientos.

Ya en Barnacity, en el Ensanche, los Njs recogen a la atractiva Mari, la novieta de Santo, y enfilan para el Suburbio. Para cuando lleguen ya será de noche. Pancho se quedará con la furgo de los helados en el límite de la zona inundada – el vehículo está blindado y tiene un arcón congelador lleno de género, no querrás que también sea anfibio, ¿no? – mientras que los NJs, Santo y Mari cogen un bote y avanzan casi en la oscuridad por el barrio ruinoso. La única iluminación es la de las linternas de los Njs y la de la imagen holográfica de un regio Alejo I, que se proyecta en los cielos desde el Revaticano, celebrando su octavo año de tiranía sobre el Reino de Dick.

A llegar al edificio correcto – a sólo dos manzanas de la zona seca – verán que hay varios rebeldes subidos a un par de azoteas, vigilando las cercanías. La entrada al depósito está en los sótanos de mantenimiento, guardada por dos maromos con Uzis.

El interior del depósito es espacioso, y la Resistencia ha montado una plataforma sobre el fondo fangoso, y en la zona baja se han instalado unas plataformas comunicadas por escaleras en las que se exhiben vitrinas con cómics. Intercaladas entre ellas, hay mesas con grandes hogazas y panes palleses en rodajitas con fuentes de pantumaca fresca. Todas las vitrinas tienen cristal anti-babas (que no anti-balas) para evitar accidentes. En el extremo contrario al templete donde se celebrará la subasta hay un escenario improvisado donde un grupo de mariachis, con sombreros, pantalones, bigotones y toda la parafernalia, interpretarán temazos como el tema principal de las Tortugas Ninja, el disco dance de Paloma San Basilio y las Lluvias de Castamere.

Cuando llegan ya hay bastante peña dando vueltas entre los stand. Santo conoce a todo kiski, y les irá señalando: ése de ahí es fulano, ése otro es mengano, y el de más allá es zutano. Algunos personajes destacables son:

- Sr. Tejas: Este tipo, apenas visible bajo el enorme sombrero de cowboy que lleva puesto, es uno de los mayores coleccionistas privados de cine del Oeste. Habla como Clint Eastwood, viste como Errol Flynn y huele como el caballo de John Wayne. Lleva consigo un par de guardaespaldas que no se despegan ni a sol ni a sombra, y ha entrenado a uno de ellos para que silbe la tonada de “El Bueno, el Feo y el Malo” cada vez que dice una frase cortante (uyuyuuu, guaguaguaaa, ya sabes).

- Sanjurjur: Dependiente y propietario de la única tienda de cómics de Madrid que aún no ha ardido como la yesca, gracias a un ingenioso sistema de riego automático 24h. Se dice que su tienda ha sido la primera especializada en juegos de rol y frikismo que genera beneficios en la historia de la economía mundial galáctica.

- Mordecai García: Mordecai es el representante de un adinerado coleccionista anónimo que quiere conseguir a toda costa la colección de la Yaya Negra. Ha trabajado para muchos patrones, siempre de forma confidencial, y se dice que el propio Alejo ha contratado sus servicios para conseguir piezas realmente esquivas. No son pocos los que lo señalan como posible espía papal, pero las investigaciones de la Resistencia siempre lo exoneran.

- Sor Cista: Cuando Alejo comenzó su persecución, ésta religiosa acogió a muchos fans y sus colecciones en el convento donde es abadesa, lo que la ha convertido en custodia de una de las mejores colecciones del Reino de Dick. Sus monjas pertenecen a la Orden Adictus Sorcistitas, y son a la par encantadoras mujercitas que sonríen y hornean pastas, y mortíferas guerrilleras preparadas para proteger los tesoros de su convento.

3. Redada a las tres

La velada va pasando repleta de anécdotas, risas y manchas de tomate en la camisa. Cómics y megadicks cambian de manos a velocidades casi imperceptibles para el ojo humano. Mientras Santo anda hablando con unos y otros, los NJs pueden ver que la Mari se dedica a trastear con cuatro o cinco a lo largo de la noche, incluso desapareciendo algunos instantes. Santo hará oídos sordos a cualquier comentario malpensado y seguirá a lo suyo si se les ocurre decirle algo. Es posible incluso que la Mari intente ligar con alguno de los NJs si es atractivo. Verás qué risa cuando se entere de todo el pastel, jujuju…

Comienza la subasta de la Yaya Negra. Para presentarla se ha contratado los servicios de un médium que se dejará poseer temporalmente por el espíritu de Joaquín Prats, con la encantadora y sensual Mari como ayudante. Subidos a un templete, la puja comenzará con 2.000 MD.

Mientras Sanjurjur y Mordecai se enzarzan en una batalla de pujas que hace subir los megadicks como la espuma, los NJs podrán reparar por primera vez en algo. Subida en la tarima, a la Mari se le levanta la falda cosa mala, dejando ver algo… algo… vamos, un paquete en toda regla. Vamos, que pueden ver que claramente carga a la izquierda. ¡Modo texto!.

Ha llegado la hora. El médium poseído por Joaquin Prats declara ganador de la puja por la Yaya Negra a Sanjurjur, por la astronómica cantidad de 17.000 MD. Cuando el dependiente sube los escalones para coger su premio, se escucha jaleo del exterior y entra en tromba un rebelde malherido, vociferando que el exterior está rodeado por Fanhunters. En ese instante, los mariachis dan la vuelta a sus instrumentos – que son armas automáticas camufladas, y además cantaban en playback – y apuntan al personal. La Mari desenfunda una Walter PPK que llevaba oculta en el falso entreteto y encañona a Sanjurjur. Riendo coqueta se parapeta tras él y ordena a los presentes que se rindan en nombre de la justicia papal. Al moverse se le levanta la falda y todos los presentes pueden ver a las claras el verdadero género de Fan Fatal. Hay dos desmayos, varios gritos de horror y un extraño suspiro de alivio.

Si alguno de los NJs trata de resistirse de alguna manera, Sanjurjur se revolverá y tratará de quitarle el arma a Fan Fatal, con lo que los ejemplares de la Yaya Negra caerán al suelo, y el dependiente entra en frenesí. En el forcejeo resultante se escuchará un disparo, y acto seguido Sanjurjur caerá teatralmente al suelo con un audible “¡Camelot vive!”.

Lo que sigue a continuación es una ensalada de tiros como diox manda, con los presentes sacando sus armas contra las chicas del grupo, Fan Fatal y los Fanhunter que comienzan a entrar en el depósito. Deja que haya por lo menos un par o tres de turnos de tiros antes de que la historia continúe.

En medio de éste sindiós, Santo les hace señas a los NJs – recordáis que debíais protegerle, ¿verdad? – y les señala una salida: la compuerta de vaciado de emergencia de la cisterna bajo el fango del fondo de la misma. Más allá están las alcantarillas, es la única forma de escapar de la trampa de Fan Fatal. El interruptor que la acciona está bajo el escenario donde los mariachis siguen disparando y gritando "Ayayayayayyyy". Una vez abierta la esclusa, deberán saltar al pringue cogidos de la manita para que la succión no les separe por diferentes conductos. Recomiéndales decir alguna frase épica cuyo final se pierda en la lejanía (¡¡ADIOS PRingaoooooooooos, por ejemplo).

4. Un clásico que nunca muere

El único problema de las alcantarillas de Barnacity - aparte del pringue, el olor y el sabor... puajs...) - es sobrevivir a las alcantarillas de Barnacity. Los Njs deberán abrirse paso hasta encontrar una salida segura, cerca del vehículo, lo cual no será sencillo. Ve a la página 67 del manual de Fanhunter – ¡¡Si, soy así de cutre, muajajajaja!! – y utiliza el párrafo completo acerca de las alcantarillas, con la excepción de que cada media hora sumarán – y no restarán – 1 a la tirada. Es mi aventura favorita del juego y no veo razón de dejarla en el olvido injusto. Pero vamos, que, si quieres saltártela tú mismo, con total libertad. ¿Dónde dejé el teléfono ése de los sicarios?

5. Nos han pillao con el camión de los helaos

Tras algunos encuentros rarunos, los NJs consiguen encontrar la salida de las alcantarillas y salir cerca del vehículo. Cuando lo tienen a la vista, haz que tiren Observar para ver si les llama la atención que la música de los helados está encendida, y no parece haber rastro de Pancho. Si alguno de los NJs decide acercarse, se encontrará con el pobre conductor con un tiro entre ceja y ceja – ¿recordáis su línea de diálogo? – junto a la puerta abierta, alcanzado mientras echaba un pito. En ese momento descubrirá que hay un francotirador en una de las azoteas, y comenzará a practicar el tiro al pato con el NJ. Lo mejor que podrían hacer es una carrera suicida hasta el vehículo y salir cagando najas, que si el tiroteo no alerta al grueso de los Fanhunter el comunicador del francotirador seguro que lo hará.

De hecho, cuando salgan del barrio se percatarán de que tienen dos coches patrulla tras ellos, porque una huida suicida de la justicia no es lo mismo sin una buena persecución a gran velocidad. Los polis no son precisamente extras de Fast and Furious, pero se esforzarán por hacer la puñeta a los NJs para que no escapen. Si tardan mucho en darles esquinazo o entromparles contra un árbol se unirán a la persecución tres guaguas de Fanhunters.

Cuando ya crean que los han despistado a todos, escucharán un helicóptero, al tiempo que el control de la base de la Resistencia contacta con ellos, informándoles de que están saliendo por la tele a través de la cámara de un helicóptero de los Fanhunters en el programa “Cops”. A eso no lo pueden perder, pero les informan de que, bajo los helados, en el arcón, tienen un lanzacohetes muy mono que pueden usar para librarse del molesto aparato. O consiguen destruirlo o ahuyentarlo, o no podrán acercarse a la masía, ya que comprometerían la seguridad de la base.

Epílogo

Si los NJs consiguieron proteger a Santo hasta el final, o al menos lo trajeron no muy estropeado, recibirán una felicitación formal del propio Ridly Scott. Su huida le ha dado una sonora bofetada al papado en plena celebración de su aniversario, aunque se haya cobrado las vidas de muchos bravos rebeldes y la pérdida de material irreemplazable (si es que los ejemplares de la Yaya Negra no fueron recobrados).

Si no lo consiguieron recibirán una colleja por barba y gracias. Al menos el pantumaca estaba bueno.

Si no llegaron siquiera a la masía, pues ni te cuento…